El consumidor de hoy es de un público exigente. Esto se debe a que tenemos más opciones de compra, más variedad y más opciones de satisfacción que nunca. Podemos comprar coches en máquinas expendedoras… ¡hablemos de gratificación instantánea!
Este nuevo mundo ha dado lugar a clientes más inteligentes, más astutos y mucho más exigentes que esperan que entienda lo que quieren y se los proporcione. Esto requiere que eche un vistazo a sí mismo.
¿Cómo es comprar en su marca? ¿Cómo son sus tiendas? ¿Su sitio web? ¿Qué opinan los clientes de usted? ¿Qué es lo que aman? ¿Qué no les gusta? Las percepciones de los clientes le dan la primicia de su audiencia y eso es una gran ventaja, porque si no se conecta con ellos, no van a comprarle.